“Mi primera vez en Dublín y contando…”
Actualizado: 20 jul 2021
Bienvenidos al episodio "Mi primera vez en Dublín y contando"
En esta aventura que apenas comienza trataré de resumir mi experiencia en la tierra de Bono, uno de los íconos más grandes que produjo esta tierra irlandesa, aunque los irlandeses no se sienten tan orgullosos de él.
Junio 27, 2018, diez de la mañana en el oeste canadiense. Con dos maletas, una mediana con el uniforme y la ropa para la estadía y una más pequeña con la comida para el vuelo, hice check-in y pasé seguridad en el aeropuerto una hora antes, cómo es requerido.
Con la emoción que produce un viaje a un sitio nuevo y también con esos nervios del mismo, llegué al avión para el briefing obligatorio con la tripulación.
A las once de la mañana (PST) estábamos despegando rumbo al otro lado del continente en un vuelo de 10 horas, donde cruzamos el atlántico sobrevolando abajo de Islandia, Groenlandia y entrando por el oeste irlandés; llegamos al día siguiente en la mañana a nuestro destino final.
Al otro lado del charco
A las ocho de la mañana del 28 de junio, 2018, (10 horas menos de estadía, pensaba yo) estábamos aterrizando en el aeropuerto, Aerfort Bhaile Átha Cliath, que traduce en irlandés: aeropuerto de Dublín, si, así nomás.
Después de desembarcar todos los pasajeros; la tripulación, caminamos a emigración. Es seguro el aeropuerto con uno de los recorridos más largos para salir, nos demoramos casi 20 minutos para llegar a los puestos de emigración. Al pasar por este chequeo, hubo que caminar 10 minutos más para buscar el shuttle del hotel.
El aeropuerto está ubicado a unos 15 kilómetros del centro de la ciudad y el recorrido en carro es de unos 50 minutos. También hay servicio de transporte público, de shutles privados y taxis etc.
Llegamos al hotel a las diez de la mañana y créanme o no, que por más que quise aguantar como los valientes y salir a descubrir la ciudad, el cansancio me pudo. Habíamos tenido un vuelo muy ocupado y no hubo tiempo para tomar una pausa, en 10 horas de vuelo. Ah, pero no les he contado que justo ese día a las dos de la tarde jugaba la selección Colombia contra Senegal por el tercer partido de la primera ronda por la copa del mundo Rusia 2018.
Yo me había estado preparando antes del viaje y me había inscrito incluso en una página de Facebook, "Colombianos en Dublín", donde encontré información sobre los sitios que iban a transmitir el partido.
Me acosté a hacer una pequeña siesta porque no podía del sueño, pero a la una de la tarde estaba más lista que nunca y salí a tomar el bus para llegar al bar donde iba a ver el partido; por supuesto tuve que poner el GPS, bendito el que inventó esto.
El partido de fútbol
Llegué justo a tiempo pal partido a D Two pub (super recomendado); me senté sola en una mesa afuera de la terraza, eso sí, bien ubicada al frente de una de las pantallas.
En caso de que se pregunten si tomé algo, pero por supuesto, pedí una Guinness para entrar en confianza con la cultura local y en modo partido.
El sitio estaba repleto, había muchos colombianos, pero desafortunadamente yo no conocía a nadie y la cerveza no me había hecho efecto todavía como para acercarme a una mesa y entablar conversa, así que me hice al ambiente sola. Para el segundo tiempo ya con más tragos, conocí un grupo de colombianos, "pensé para mí", pero no, oh sorpresa, eran irlandeses con la camiseta de la selección Colombia, solo había una chica Colombo-irlandesa, y fue en la celebración del único gol que entramos en contacto.
Al final, ya todos entrados en ambiente, me explicaron que les gustaba el equipo de Colombia y que eran hinchas de James Rodríguez, por eso llevaban la 10 puesta.
El partido quedó 1-0 ganando Colombia, muy bien por esa. Estos chicos me invitaron a quedarme con ellos para ver los otros partidos de la jornada, muy bueno y todo, pero yo aún tenía mucho por conocer; así que me despedí y me fui a descubrir Dublín a mi manera.
No se pierdan la continuación de esta visita, en un nuevo episodio "Descubriendo Dublín a mi manera"
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